sábado, 23 de abril de 2011

Hipersexo: promiscuidad fundamental



Por Candia Garibay*

El sexo en este húmedo planeta, resulta más creativo de lo que nuestras mentes puedan evocar con el título. El imaginario actual de promiscuidad  es un artificio que dificulta conocer el trasfondo de uno de los fenómenos más trascendentales de la vida. 

Por definición, el sexo es la fusión de dos células diferentes, dígase un espermatozoide y un gigantesco óvulo. Las bacterias son capaces de tener sexo con cualquiera,  sin importar que a una le gusten los calurosos manantiales a más de 100º C y que la otra habite en nuestras axilas o lugares más recónditos, causando mal olor. Pero la promiscuidad no queda ahí, las bacterias  pueden  incluso introducirse DNA que flote alrededor e inmediatamente ponerlo a trabajar. 

Esto se pone más interesante al descubrir el caso de algunos hongos que tienen varios sexos, y no sólo para conjugarse entre ellos sino también con especies distintas, como las algas; a esto se le llama “hipersexo”, hongos y algas se entienden bien para formar esos verdores en las cortezas de los árboles y algunas rocas llamados líquenes. 

La “simbiogénesis” o fusión física permanente entre organismos totalmente distintos es un poderoso factor  de innovación evolutiva que, aunado a otros procesos, dio origen a hongos, animales, protoctistas y plantas.

Por todo lo anterior, esta promiscuidad es fundamental en la viña de Gaia, la Tierra. 




Imagen tomada de:
Margulis, L., and D. Sagan. 1995. What Is Life? Simon & Schuster.
*Biól. Candia Raquel Garibay Camarena es bailarina y bióloga, es Faculty del Entrenamiento para Instructor de Pilates Balanced Body en su estudio Inspirah Pilates. inspirahpilates@gmail.com www.inspirahpilates.com

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