sábado, 23 de abril de 2011

Chocolate: placer y culpa





Por Candia Garibay*




El chocolate en tiempos prehispánicos era un manjar para los poderosos  y tenía el valor de moneda gracias a sus atributos energéticos y placenteros. Hoy en día, el chocolate es más accesible y se ha utilizado por las neurociencias como indicador de los cambios en la actividad cerebral relacionados con su consumo.

Se realizaron estudios en individuos que comieron chocolate bajo condiciones de apetito y de saciedad. Los primeros, mostraron actividad cerebral en regiones distintas a los segundos, que lo consumieron sin apetito y sólo hubo una región activa en ambos casos.

Estos resultados apoyan la hipótesis de  que poseemos dos sustratos neurales de motivación separados: uno que orquesta la conducta de aproximación hacia un estímulo placentero y otro, hacia el rechazo o remordimiento.

Por tanto, hay que comer chocolate sólo cuando tengamos hambre de chocolate. ¡Seamos consecuentes con nuestras motivaciones orgánicas genuinas para obtener recompensas placenteras en lugar de remordimiento!






Referencia:
Small D. M. Et al. 2001. Changes in brain activity related to eating chocolate. From pleasure to aversion. Brain 124:1720-1733.
 Imagen tomada de:
 http://vivemalaga.es/cata-de-chocolate/
*Biól. Candia Raquel Garibay Camarena es bailarina y bióloga, es Faculty del Entrenamiento para Instructor de Pilates Balanced Body en su estudio Inspirah Pilates. inspirahpilates@gmail.com www.inspirahpilates.com

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