miércoles, 1 de febrero de 2012

Paradigma Holístico: Una Percepción Ecolólogica de la Vida

Por Adrián Villaseñor Galarza

Vivimos en una época de transición reflejada en la serie de cambios que estamos viviendo en los ámbitos políticos, religiosos, socio-económicos, ambientales y científicos. Los viejos supuestos, pautas y valores que conforman el paradigma científico1 del siglo XVI que informan el funcionamiento de las sociedades occidentales se muestran—en distintas instancias—insuficientes, inadecuados e incluso dañinos para la especie humana y el planeta.

Este paradigma se basa en una visión mecanicista en la que el funcionamiento de la naturaleza es dictado por leyes inmutables entendidas en términos de causa-efecto. De esta manera, es posible predecir y controlar nuestro entorno ya que el universo entero semeja una gran maquina. A pesar del enorme éxito y beneficio que este enfoque ha brindado a nuestras sociedades, novedosos avances científicos nos informan que el conocimiento derivado del antiguo paradigma es aplicable solo a algunos aspectos de la realidad.

Mas y más se ha descubierto que la naturaleza actúa de manera impredecible y creativa. En base a esto se han desarrollado alternativas—teorías y modelos del funcionar natural—que concuerdan con los nuevos descubrimientos. De estos admirables esfuerzos podemos contar los siguientes:

- La mecánica cuantica reveló que las partículas que conforman la realidad no solo se expresan como entidades independientes, sino como ondas. Esto reveló que la estructura atómica del universo mismo es mas parecida a una gran red regida por principios de interconexión, coordinación y flujo.
- La teoría del caos demostró que, gracias a las dinámicas intrínsecas de los procesos naturales, es imposible predecir con exactitud el comportamiento de nuestro entorno. Diminutas variantes en los cálculos de fenómenos naturales tienden a resultar en escenarios completamente diferentes, insinuando la incapacidad de controlar por completo los resultados de nuestra influencia en el mundo natural.
- Las ciencias de la complejidad demostraron que la naturaleza está caracterizada por propiedades emergentes o fenómenos impredecibles a partir del estudio de sus componentes. En otras palabras, el método reduccionista, base del paradigma mecanicista de la ciencia moderna, no da cabida al comportamiento sistémico y creatividad inherente a la naturaleza.
- La teoría Gaia contribuyó a un mejor entendimiento de la danza entre la vida y su ambiente a nivel planetario. En lugar de concebir a la biota como meros pasajeros del planeta, esta teoría postuló que vida y ambiente conforman un sistema evolutivo auto-regulante. Esto implica que los organismos no solo se adaptan a su ambiente, sino que también lo influencian y más aun, conforman un solo proceso.

Estos son algunos ejemplos de los grandes avances que el conocimiento humano ha alcanzado en las ultimas décadas. A diferencia del paradigma reduccionista-mecanicista antes mencionado que extirpa todo significado y valor del mundo natural, rompiendo la continuidad entre lo humano y lo natural, el nuevo paradigma permite una profunda revalorización del significado y funcionamiento de la realidad y nos invita a recrear nuestra existencia al celebrar nuestra intima conexión con la naturaleza. Así, es posible anunciar la llegada de un paradigma holístico/ecológico basado en la participación, interconexión y creatividad del mundo que nos rodea, dejándonos con el reto de traer a la superficie las partes previamente reprimidas de nuestra humanidad. Bajo ésta óptica, es imperativo dejar de lado nuestras añejas creencias y prácticas de superioridad y control que tanto han contribuido a la destrucción de nuestro planeta.

1 Los paradigmas son “logros científicos universalmente aceptados que durante algún tiempo suministran modelos de problemas y soluciones a una comunidad de profesionales.” (Thomas Kuhn, La Estructura de las Revoluciones Científicas (México D.F., México: Fondo de Cultura Económica), 14-15.